Morales, el mito viviente del levantinismo, el Messi de Orriols, nos ha dado dos descensos y unas cuantas permanencias, y ya.
Como jugador, un Curro Romero, tan genial como irregular. Un partido apoteósico y cuatro desaparecido. Como se ha dicho por aquí, ha estado largos períodos jugando por decreto, mientras se arrastraba por el campo. Porque de haber sido regular en esa genialidad, no se iría ahora, se hubiese ido hace mucho a un grande. Como líder, capitán, hombre de vestuario, aquél que se echa el equipo a la espalda cuando las cosas van mal... pues tampoco. No era el alma del equipo.
No quiero que parezca que ahora que se va lo tiro por tierra. Pero tampoco ahora porque se va lo hagamos más grande de lo que era. Este equipo ha jugado Europa con jugadores para mí más míticos y carismáticos que Morales, aunque no metieran un gol maradoniano cada diez partidos. Con jugadores como Ballesteros, Juanfran, Rubén, Juanlu, que aparte de tener mucha calidad tenían en mi opinión más sangre en las venas que Morales. Con jugadores como Koné que, aparte de la calidad, sí se mostró agradecido a un club en el que era un recién llegado, y se las arregló para dejar unos euritos con su marcha, cuando podía haber apelado a lo que apeláis muchos y haberse ido sin dejar un duro donde más le pagaran.
A Morales se le ha mimado, se le ha consentido, ha jugado siempre estuviera bien o no, se quedó en Segunda sí, cobrando lo mismo que en Primera... y se pira, como se dice por aquí, dejándonos en Segunda y sobre todo sin que veamos un duro del jugador con más nombre que tenemos. Así que, yo al menos, ni alegría ni pena. Que le vaya bien y, cuando se jubile, que no venga por aquí a ver si le dan un puestito de ojeador o de entrenador de alevines.
