@degàvalència-1 dijo en José Ballester Gozalvo:
Mentira. "La evidencia empírica muestra que la
mayor parte de los actos represivos y masacres se produjeron durante
las primeras semanas y meses de la guerra, que es cuando el hundi-
miento del Estado y la fragmentación del poder eran mayores, y que
remitieron por doquier a medida que el gobierno republicano y otros
organismos regionales fueron unificando a partir de otoño los meca-
nismos del poder, incluidas sus funciones judiciales y de orden públi-
co".
Fíjate como el lenguaje que empleas ("Mentira") ya presupone una intención de engañar por mi parte. Sin embargo, tu comentario posterior no apoya en absoluto esa afirmación.
Tampoco es una forma amigable de llevar a cabo un debate.
Tu argumento se basa en el "hundimiento del estado y fragmentación del poder" en los primeros meses de la guerra. Sin embargo, el golpe de estado de los generales sublevados fracasó en líneas generales. Y, de hecho, de no ser por el paso de las tropas africanas entre agosto y septiembre de 1936, habría fracasado también en la península. Todas las ciudades principales en las áreas industriales (Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao), excepto Sevilla, y esta de pura chiripa, se mantuvieron en poder del gobierno republicano.
¿Por qué habría de "hundirse el estado" en esa tesitura? Durante casi dos meses, hasta el traslado completo del cuerpo expedicionario africano, el gobierno del Frente Popular era claramente el favorito a vencer la contienda.
La realidad es que el desorden y el hundimiento del estado y fragmentación del poder fueron consecuencia del armamento de las milicias de los partidos revolucionarios. este acto gubernamental se produjo el 19 de julio de 1936. O sea, 24 horas después de la sublevación militar (unas horas más con respecto al alzamiento en África). Había una razón para ello, y era que el gobierno se espantó al ver que el alcance de la sublevación era mayor de lo que pensaban. Durante unas horas no sabían con que comandantes de región militar podían contar y con cuales no. La opción de "armar al pueblo" (o sea, a las milicias revolucionarias) fue propuesta insistentemente por los ministros y diputados marxistas y anarquistas, y fue finalmente aceptada, provocando la dimisión del presidente del consejo de ministros, casares Quiroga y su efímero substituto, Martínez Barrio, que se oponía a esa medida, y entrando en su lugar largo Giral, que estaba a favor.
Han corrido ríos de tinta acerca de esa decisión, tomada en momentos de extrema urgencia, y con motivos a favor y en contra. Indudablemente las milicias evitaron el triunfo del golpe en Barcelona (una de las plazas donde los sublevados contaban con imponerse) y probablemente en Madrid. Pero, aparte de su desorganización en el frente, las milicias revolucionarias pusieron en práctica su doctrina de la revolución, doctrina estudiada y ensayada en muchos sitios durante más de 20 años antes, y en la propia España en 1934. Nada de improvisación hubo ahí. Sí hubo querellas y debates internos acerca del grado de colaboración con el estado liberal burgués de la segunda república. Mientras el PCE, por orden de Stalin, que era un buen estratega político, se posicionó claramente a favor de la colaboración, casi todos los anarquistas y una parte importante de las milicias del PSOE y el POUM, montó un estado paralelo donde iban aplicando sus medidas socialistas ignorando al gobierno de Madrid. Es bien conocido que de hecho hubo varias zonas donde los anarquistas montaron una sociedad comunista haciendo caso omiso tanto de otros partidos del FP como del gobierno.
Había un gran idealismo ahí, y todos estaban convencidos de que, por su vía particular, el fascismo sería derrotado y una nueva España revolucionaria y comunista surgiría de forma natural. Una nueva era. Hay muchísimos testimonios particulares o de autores importantes en ese sentido (la propia Simone Weil que te cité hace unos días). Por desgracia, en las utopías de todos ellos lo de represaliar o asesinar a los que se oponían a la utopía no se consideraba malo moralmente.
Por eso la mayor parte de los asesinatos se produjeron, como bien has puesto, en los primeros meses, cuando el ejército de África aún pugnaba por cruzar el Estrecho, cuando la victoria de los sublevados parecía más bien improbable, y cuando había pocos bombardeos fascistas que vengar. Porque no fue nada "incontrolado", respondía a una estrategia muy clara de los partidos revolucionarios. En todo caso, Azaña podía decir que no controlaba la situación, lo cual era muy cierto, pero los autores de las matanzas sí sabían perfectamente lo que controlaban. El caos en la retaguardia republicana no hace a sus crímenes más "disculpables". Un crímen de guerra es un crimen de guerra.
A partir de otoño de 1936 el gobierno retomó el control porque Stalin, viendo a la república amenazada, envió numerosos asesores y material de guerra. La decepción con las repúblicas laicas occidentales (particularmente con Francia, que estaba gobernada también por un Frente Popular, pero del que estaban excluidos los anarquistas), que no ayudaron al gobierno de la segunda república, hizo que este aceptara la ayuda y tutela de la URSS. Cuando en octubre se empezó a ver que el ejército de África era tácticamente muy superior a las milicias, fueron los consejeros comunistas los que recomendaron crear el ejército popular y reabsorber en él a las indisciplinadas milicias.
A partir de esa centralización de las milicias y del control militar auspiciada por la URSS, y gracias a su material, se pudo frenar o ralentizar el avance de los sublevados. Y todos sabemos lo que pasó en mayo de 1937 cuando los comunistas se convirtieron en el verdadero poder detrás del gobierno del Frente Popular: anarquistas y trotskistas fueron depurados o directamente masacrados. A partir de ese momento las represalias en retaguardia disminuyeron y se hicieron más "ordenadas". El orden de Stalin.