Hago una extensión del poco frecuentado raconet para introducir un tema de posible debate: la música en el cine.
Para ilustrarlo introduzco un tema de Rachmaninov que desde hace unos años se identifica con la película cuyo nombre aparece en la parte superior del vídeo:
Un amante de la música como Luis Buñuel consideraba sin embargo que ésta era un "elemento parásito" que con frecuencia se introducía en la narrativa cinematográfica para resaltar momentos en sí mismos no demasiado brillantes.
Generalmente recurría a la "fuente expresa" para meter música. Así por ejemplo en la célebre escena de la última cena en "Viridiana", es uno de los mendigos quien pone en un gramófono el "Aleluya" de Haendel.
Solía afirmar que en la vida "no hay música de fondo".
Afortunadamente este pensamiento no fue compartido por la mayoría de creadores. Nos habríamos perdido piezas geniales.
La vida realmente no tiene música de fondo? (me pregunto yo).