Actualidad política en España
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Mariano no sabía nada, Esperanza tampoco, Gallardón menos aún, Griñán y Chaves estaban enterados de todo y cualquier miembro de UP es sospechoso de matar a Manolete.
Son las cosas de los chicos de la banda de Lesmes.
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Y por si no había quedado claro el carácter neofascista de BOCS... https://www.lasexta.com/programas/la-roca/gonzo-confiesa-que-mas-asusto-entrevista-cuatro-exmiembros-vox-dijeron-que-aquello-era-como-falange-anos-30_20221016634c494c3c418c0001fcbc33.html
https://images.app.goo.gl/6UGXDUz3i2pcFxKK8
Programa basado en entrevistas a exdirigentes de la formación verde moco.
Uno de ellos ex vicepresidente del partido.
Otro el ex número 1 de la lista para la alcaldía de Toledo.
....Lo mejor que dijeron es que detrás de esa fachada neofascista hay solo un chiringuito para beneficio personal de Santiago Abascal y sus adláteres.
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@rana-baileys dijo en Actualidad política en España:
Ya que ha salido el tema me permito hacer una breve disquisición sobre la izquierda y el aborto.
Podría parecer que retrotaerme a los tiempos de Maricastaña es poco útil o lejano y ajeno, pero no lo es.
No descubro América al decir que la Revolución de Octubre es la base referencial de lo que sería (y sigue siendo) la izquierda en el siglo siguiente.
En aquellos días remotos ya estaba pergeñado el diseño que poco después se iría definiendo.
Para un personaje esencial de entonces, Trotsky, la família era una institución burguesa que había que eliminar de la sociedad. Una herencia del zarismo y de siglos de opresión.
Con esa lógica, el aborto era un instrumento preciado para ese plan junto a otros que no vienen a cuento. De esta forma Rusia (aún ni existía formalmente la URSS) se convirtió en el primer país del mundo en la legalización del aborto que fue prácticamente barra libre. Y eso pasó porque Lenin tenía a Trotsky como un gran revolucionario. En su vida había clavado un clavo pero era un gran revolucionario.
Lenin murió y ahí empezó la auténtica lucha entre visiones contrapuestas de la sociedad y la propia revolución.
Como es bien sabido, el judío intelectual perdió ese match y lo largaron con viento fresco. Pero, cuál era esa cosmovisión? Básicamente y trufado de tendencias anarquistas, era disgregadora.
En una ucronía bastante previsible, de haber triunfado el trotskismo, Hitler hubiera llegado a Vladivostok sin despeinarse. El nazismo dueño de Eurasia se habría adueñado del planeta.
Pero vamos al tema. Frente al concepto de destradicionalizar la sociedad, la visión que se impuso fue la de retradicionalizar cosas como la propia familia. De esta forma, en los 30 se volvió a penalizar el aborto, salvo casos muy restrictivos. También es verdad que a quienes se saltaban esa norma recibían penas muy livianas.
La "filosofía" que sustentaba ello era que en la nueva sociedad socialista no debería haber razones para abortar, más allá de esos supuestos aludidos.
Trotsky, con su "gracia" congénita dijo al respecto que Stalin reunía la mente del sacerdote y la porra del gendarme.
Y en qué nos afecta este rollo? Pues fácil, Trotsky y el trotskismo son los "padres espirituales" de esta nueva izquierda indefinida. Puede que nunca lo reconozcan, pero así es.
La izquierda de la sectorialización actual bebe de las ideas disgregadoras del trotskismo. Aunque es posible que algunos de ellos difícilmente sepan ubicarlo en la historia.
Aquel hombrecillo engreído y creído de sí mismo tuvo un recorrido mucho mayor de lo que él pudo esperar en su exilio.
El mayo francés fue básicamente Trotsky, y la caterva de niñatos revolucionaurios de los 70, eran Trotsky. Conocí a muchos en esos años en la Universidad. Iban a cambiar el mundo diluyendo la sociedad, acabando con las normas. El desorden se abre paso y sólo conduce a más desorden y termina en caos total.
En resumen, la izquierda indefinida, que tiene un cacao mental considerable, es la digna heredera de los delirios del don León.
No fue como algunos piensan la pugna interna del PCUS una cuestión de nombres y egos. La cosa era muy profunda.
Y bueno, llegado a este punto, perdón por la extensión. No sigo desarrollando el tema para no aburrir. Si acaso se podrían puntualizar cosas.+1
Muchas gracias por esta documentada exposición sobre el aborto en el régimen soviético.
Tu sabes más que yo de esto, por eso te pregunto mis dudas sobre algunas de las afirmaciones que haces a propósito de Trotski (que por cierto, era ucraniano de Jersón y judío, como Zelensky...), que murió por exceso de hierro cerebral.
Planteas que el pensamiento de Trotsky guardaba muchas semejanzas con el anarquismo de Bakunin, frente a la mayor fidelidad (entiendo yo) de Stalin por el marxismo-leninismo clásico. Yo tenía entendido que mientras Trotsky era internacionalista y revolucionario, Stalin se inclinaba más por la dictadura y el nacionalismo soviético. Por otra parte, más allá de la afinidad por el movimiento internacionalista. Trotsky era tan favorable al dominio del estado por el partido único como el propio Lenin, y por lo que he leído, combatió ferozmente, tanto en su ideología como militarmente a los anarquistas rusos del Ejército negro ucraniano de Nestor Makhno (ejecutó a muchos y envió agentes a matar al propio líder anarquista). No parece que su afinidad con el anarquismo fuese muy profunda, o eso parece.Por lo demás, el movimiento posmodernista de "mayo del 68" creo que le debe tanto al liberalismo burgués radical como al anarquismo.
Gracias por adelantado y un abrazo.
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@gimnastico_1909 dijo en Actualidad política en España:
@rana-baileys dijo en Actualidad política en España:
Ya que ha salido el tema me permito hacer una breve disquisición sobre la izquierda y el aborto.
Podría parecer que retrotaerme a los tiempos de Maricastaña es poco útil o lejano y ajeno, pero no lo es.
No descubro América al decir que la Revolución de Octubre es la base referencial de lo que sería (y sigue siendo) la izquierda en el siglo siguiente.
En aquellos días remotos ya estaba pergeñado el diseño que poco después se iría definiendo.
Para un personaje esencial de entonces, Trotsky, la família era una institución burguesa que había que eliminar de la sociedad. Una herencia del zarismo y de siglos de opresión.
Con esa lógica, el aborto era un instrumento preciado para ese plan junto a otros que no vienen a cuento. De esta forma Rusia (aún ni existía formalmente la URSS) se convirtió en el primer país del mundo en la legalización del aborto que fue prácticamente barra libre. Y eso pasó porque Lenin tenía a Trotsky como un gran revolucionario. En su vida había clavado un clavo pero era un gran revolucionario.
Lenin murió y ahí empezó la auténtica lucha entre visiones contrapuestas de la sociedad y la propia revolución.
Como es bien sabido, el judío intelectual perdió ese match y lo largaron con viento fresco. Pero, cuál era esa cosmovisión? Básicamente y trufado de tendencias anarquistas, era disgregadora.
En una ucronía bastante previsible, de haber triunfado el trotskismo, Hitler hubiera llegado a Vladivostok sin despeinarse. El nazismo dueño de Eurasia se habría adueñado del planeta.
Pero vamos al tema. Frente al concepto de destradicionalizar la sociedad, la visión que se impuso fue la de retradicionalizar cosas como la propia familia. De esta forma, en los 30 se volvió a penalizar el aborto, salvo casos muy restrictivos. También es verdad que a quienes se saltaban esa norma recibían penas muy livianas.
La "filosofía" que sustentaba ello era que en la nueva sociedad socialista no debería haber razones para abortar, más allá de esos supuestos aludidos.
Trotsky, con su "gracia" congénita dijo al respecto que Stalin reunía la mente del sacerdote y la porra del gendarme.
Y en qué nos afecta este rollo? Pues fácil, Trotsky y el trotskismo son los "padres espirituales" de esta nueva izquierda indefinida. Puede que nunca lo reconozcan, pero así es.
La izquierda de la sectorialización actual bebe de las ideas disgregadoras del trotskismo. Aunque es posible que algunos de ellos difícilmente sepan ubicarlo en la historia.
Aquel hombrecillo engreído y creído de sí mismo tuvo un recorrido mucho mayor de lo que él pudo esperar en su exilio.
El mayo francés fue básicamente Trotsky, y la caterva de niñatos revolucionaurios de los 70, eran Trotsky. Conocí a muchos en esos años en la Universidad. Iban a cambiar el mundo diluyendo la sociedad, acabando con las normas. El desorden se abre paso y sólo conduce a más desorden y termina en caos total.
En resumen, la izquierda indefinida, que tiene un cacao mental considerable, es la digna heredera de los delirios del don León.
No fue como algunos piensan la pugna interna del PCUS una cuestión de nombres y egos. La cosa era muy profunda.
Y bueno, llegado a este punto, perdón por la extensión. No sigo desarrollando el tema para no aburrir. Si acaso se podrían puntualizar cosas.+1
Muchas gracias por esta documentada exposición sobre el aborto en el régimen soviético.
Tu sabes más que yo de esto, por eso te pregunto mis dudas sobre algunas de las afirmaciones que haces a propósito de Trotski (que por cierto, era ucraniano de Jersón y judío, como Zelensky...), que murió por exceso de hierro cerebral.
Planteas que el pensamiento de Trotsky guardaba muchas semejanzas con el anarquismo de Bakunin, frente a la mayor fidelidad (entiendo yo) de Stalin por el marxismo-leninismo clásico. Yo tenía entendido que mientras Trotsky era internacionalista y revolucionario, Stalin se inclinaba más por la dictadura y el nacionalismo soviético. Por otra parte, más allá de la afinidad por el movimiento internacionalista. Trotsky era tan favorable al dominio del estado por el partido único como el propio Lenin, y por lo que he leído, combatió ferozmente, tanto en su ideología como militarmente a los anarquistas rusos del Ejército negro ucraniano de Nestor Makhno (ejecutó a muchos y envió agentes a matar al propio líder anarquista). No parece que su afinidad con el anarquismo fuese muy profunda, o eso parece.Por lo demás, el movimiento posmodernista de "mayo del 68" creo que le debe tanto al liberalismo burgués radical como al anarquismo.
Gracias por adelantado y un abrazo.
Quizá no me expresé del todo bien. Trotsky desde luego no era anarquista y como bien dices los combatió en aquellos años que tuvo mando en plaza.
Lo que tuvo fueron claras desviaciones ideológicas que en algunos aspectos se asemejaban con principios del anarquismo ruso. El "remover" a la familia como institución es pseudoanarquismo, pero no marxismo. Como dije antes, socavar la sociedad de ese pilar básico sólo puede conducir al caos.
Para Marx la "prole" era en definitiva un motivo fundamental y un acicate para cambiar la sociedad.
Si eso desaparece o se diluye, nos podemos olvidar de construir una estructura social que se vaya consolidando en nuevo orden. En todo caso en un nuevo desorden.
Lo que ocurre es que los anarquistas confesos como grupos organizados eran un nítido rival de los soviets. O los neutralizas o te vas al carrer. No hay que olvidar que lo que hubo hasta 1922 fue una guerra civil, con bandos muy diversos, no tan simplones como a veces nos la presenta cierta historia. Lo de rusos rojos contra rusos blancos es cierto, pero no es toda la verdad.
Sobre el término marxista de la "dictadura del proletariado" creo que algo comentamos en otro post. A mediados del siglo XIX no existían las dictaduras tal como las conocemos. Esto es un fenómeno que nació en el siglo siguiente. Por tanto Marx no podía aludir a algo que no existía. Lo suyo era alusivo al concepto de dictadura de la antigua Roma, no asimilable en muchos aspectos con lo que vendría décadas después.
Acerca de los objetivos del trotskismo inicial eran en efecto, de carácter más internacionalista, que como teoría podría estar bien, pero que en la práctica era un suicidio a corto plazo. Lo fundamental era la construcción del socialismo soviético, en un entorno histórico de aislamiento y un rearme belicista que amenazaba a la vuelta de la esquina.
Pero a Trotsky no le pidas análisis geopolíticos. Quizá su cortedad de vista (literal) le impedía ver lo que los tiempos requerían.
Y voy acabando con la misma idea: la izquierda indefinida es hija del trotskismo. Sectorialización, individualismo, disolución de instituciones, etc.
Esto último, que en definitiva es lo que más nos atañe, permitiría un debate. A lo que en definitiva venía el rollo retrospectivo era para explicar los orígenes y que en la historia nada surge de la nada, ni ocurre por casualidad.
Gracias por tus palabras y otro abrazo.PD. Me ha hecho mucha gracia lo del "exceso de hierro cerebral"
Y quien se lo suministró fue un español.
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@rana-baileys no va ser un català? 🤫
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@nabil-el-zhar dijo en Actualidad política en España:
@rana-baileys no va ser un català? 🤫
Jajaja, el procés estava encara molt lluny
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CRISIS INSTITUCIONAL Y SEPARACION DE PODERES EN UN ESTADO “CLIENTELAR” DE PARTIDOS
oregano comido (1)
(Foto cedida por Fernando Escorza Muñoz, reservados los derechos de reproducción)“El poder del político para designar al personal de los organismos públicos, si se emplea de una manera implacable, bastará a menudo por sí mismo para corromper dicha función supervisora”
(Schumpeter, Capitalismo, Socialismo y democracia, vol. II, Página Indómita, 2015)
Degradación institucional y papel de los partidos
El deterioro institucional de las instituciones en España viene de lejos, aunque se haya agudizado recientemente por la confluencia, principalmente, de dos elementos: en primer lugar, la polarización política extrema que, rotos los escasos puentes existentes, ha conducido a insensatas políticas de bloqueo o de manifiesta incapacidad negociadora, pero también a una concepción cada vez más acentuada de que las instituciones son “un cortijo” propiedad del Gobierno de turno y del partido mayoritario de la oposición; y, en segundo lugar, paradójicamente, el cada vez más bajo sentido institucional de representantes, gobernantes y cargos institucionales, que extraídos, por lo común, de menguantes nóminas de militantes y de fieles, dependientes o “independientes”, de los partidos en liza, ha contribuido a que esas instituciones se desangren y pierdan altas dosis de credibilidad ciudadana.
Cuanto menos militancia y predicamento en la sociedad civil tienen los partidos, más cerrados y oligárquicos se están volviendo. Alejados cada vez más de la sociedad (Piero Ignazi, Partido y democracia, 2021), su continuidad existencial depende en última instancia de seguir viviendo enchufados a los presupuestos públicos y de disponer de un abanico de poltronas (representativas, institucionales o de cargos directivos en la administración y en su sector público) para repartir presupuesto entre los suyos y sus allegados. Ese parece ser el pegamento ideológico que da cohesión hoy en día a unos partidos que, como reconoció Peter Mair (Gobernando el vacío, 2015), viven adosados al Estado, y hacen del populismo y la demagogia sus señas actuales de identidad. Que nadie se sorprenda, por tanto, si la ciudadanía les vuelve la espalda y la antipolítica crece.
El intento de control de las instituciones por los partidos es una tendencia general, pero en España adquiere tintes descarados. Tampoco es de ahora, aunque ahora se advierta más, o muestre su rostro más feo. En este país, los problemas anudados a tal patología institucional se multiplican también por dos tipos de circunstancias: por un lado, en términos cuantitativos la ocupación partidista de las instituciones y administraciones públicas adquiere unas dimensiones estratosféricas, que son desconocidas en las democracias avanzadas de nuestro entorno; y, por otro, debido a nuestro pesado legado histórico y al secular desprecio por el papel las instituciones, la cultura institucional está en caída libre. El sentido institucional brilla por su ausencia. Apenas cotiza.
El principio de separación de poderes entre legitimidad democrática, corporativismo e imparcialidad
La carencia de cultura institucional implica que prácticamente por ningún líder ni fuerza política se advierta que el constitucionalismo es, en esencia, un límite al ejercicio del poder, y de que una pieza esencial del funcionamiento institucional de un sistema de separación de poderes radica en diseñar y aplicar de forma adecuada mecanismos efectivos de pesos y contrapesos como frenos del poder, pues tales límites o restricciones son –según reconoce Fukuyama- “una especie de póliza de seguros” del Estado Constitucional (El liberalismo y sus desencantados, 2022), que le diferencia de las autocracias, donde los límites institucionales al poder apenas existen.
Bien es cierto que la separación de poderes convive necesariamente con la legitimidad democrática. Sin embargo, fue antes el huevo que la gallina. Suman, no restan. La arquitectura institucional de pesos y contrapesos nació ante que el Estado democrático, como un diseño institucional encaminado a limitar el poder despótico. El fundamento exclusivo en la legitimidad democrática de los nombramiento de cargos o de personal directivo, sin enmarcarlo adecuadamente en la estructura institucional en la que opera, conduce inevitablemente a la politización de las instituciones y de su propio funcionamiento, supone la quiebra la continuidad institucional (siempre vicaria de la contingencia del poder político de turno) y traspasa el campo de batalla de la lucha política descarnada, tal como estamos viendo a menudo, a las instituciones de control, reguladoras o a la alta Administración. Todo se resume en el nocivo dilema de “si es uno de los nuestros”.
En un contexto de alta polarización, la incidencia de la política sobre las instituciones puede ser letal. Efectivamente, los poderes y su pretendida división y control se difuminan en el juego de mayorías/minorías o en el enfrentamiento de bloques, reduciendo la vida institucional a una prolongación de la dicotomía schmittiana entre “amigo/enemigo” político. O dicho de otro modo, quien gana las elecciones se lleva todo (especialmente en aquellas instituciones que se renuevan al ritmo o en los plazos de cada mandato político), pero la legitimidad del sistema sangra sin parar. Así, sin contrapesos efectivos, la fuerza del poder (sea este de derechas o izquierdas), se transforma fácilmente, como describió magistralmente Montesquieu (siempre tan citado y pocas veces leído o comprendido), así como por el oráculo de Ciencia Política que fue El Federalista, en abuso flagrante, despotismo benigno (Tocqueville) o, inclusive, en pura tiranía. Donde no hay frenos institucionales, el poder tiende al abuso. Está en la naturaleza de las cosas.
Pero conviene advertir de inmediato que tampoco la separación de poderes se salvaguarda, ni muchísimo menos ahogándola en el corporativismo. El péndulo español de nuestra historia político-constitucional nos ha dado un largo período de liberalismo aparente o formal, junto a varias décadas de predominio corporativo. Somos hijos de ese perverso enfoque bipolar: politización/corporativismo. El saldo, es un fracaso rotundo del país en términos de estabilidad constitucional y gubernamental o administrativa. Por tanto, la despolitización de las instituciones no se garantiza con un mayor peso del corporativismo hasta el punto de hacerlo dominante (sea en el gobierno del Poder Judicial, sea en la alta Administración Pública o sea en cualesquiera otras instituciones permeables a tal patología), sino que se asienta en un justo equilibrio entre legitimidad democrática y articulación efectiva de un sistema de contrapesos, que comporte no solo dotar de garantía orgánica de independencia o autonomía funcional a las estructuras institucionales, sino también proveerlas de perfiles personales en su composición que salvaguarden y hagan efectivos los principios de profesionalidad, imparcialidad e integridad en el desarrollo de sus atribuciones y en el funcionamiento de las instituciones como órganos de control, reguladores, de gobierno o de dirección pública. Todo ello adaptado al tipo y sentido de cada institución.
En efecto, no es lo mismo proveer de nombramientos para el Tribunal Constitucional, el CGPJ, la CNMC u otras autoridades independientes o para la alta Administración Pública; pues el rol institucional de cada órgano en el esquema de división de poderes y de control del poder es muy distinto, por lo que el peso de la discrecionalidad política (asentada en el principio de legitimidad democrática) juega en el marco de los contrapesos de la limitación del poder y, por tanto, debería ser decreciente conforme el papel de las instituciones fuera, por ejemplo, predominantemente de control y regulador, donde esas garantías deberían ser máximas; o consistiera en funciones de Gobierno de un poder del Estado (como es el Consejo General del Poder Judicial), donde esas garantías deberían ser también muy reforzadas con la finalidad de evitar la politización de la justicia, su dependencia del poder político y, por consiguiente, la puesta en duda de su actuación imparcial, atributo sobre el que se asienta la confianza ciudadana en ese poder del Estado; o, en fin, en la provisión de cargos directivos en la alta Administración, donde tales garantías deben estar presentes también, pudiendo estar combinadas (si bien no necesariamente) con un razonable margen de discrecionalidad, que solo debería desplegarse una vez acreditados tales perfiles profesionales (competencias) ante una autoridad independiente de nombramientos (como es el caso de la CRESAP, en Portugal) por quienes aspiran a esos niveles de responsabilidad. En España estamos a años luz de tales experiencias y algunos intentos (salvo en el mundo de la cultura) se han saldado con estrepitosos fracasos por el pésimo diseño procedimental y el manoseo político indecente (RTVE). Si el mérito no funciona y la designación pura política se impone, la captura de las instituciones por los partidos es un hecho inevitable, salvo que se rescate del baúl de la historia el mecanismo de elección por sorteo (Bernard Manin).
España como paradigma de un Estado clientelar de partidos
Lo cierto es que difícilmente puede actuar como contrapeso del poder (y, por tanto, de forma imparcial, profesional e íntegra) quien es amigo del Gobierno o de los partidos que le han promovido y que en no pocos casos ha sido colocado en las instituciones de control para actuar como correa de transmisión del partido que le propuso. Como expuso Pierre Rosanvallon en el que es probablemente el mejor libro para comprender el papel de los órganos de control en un sistema constitucional (La legitimidad democrática, 2010), “la imparcialidad es una cualidad y no un estatus”. Sin instituciones de control independientes e imparciales, pero sobre todo sin personas que las compongan que actúen bajo las premisas de la profesionalidad, imparcialidad, reflexividad e integridad, el sistema constitucional se aproximará cada vez más a una oligarquía constitucional; un régimen que echó raíces profundas en España y que denunció Joaquín Costa hace más de 120 años. ¿Ha cambiado algo desde entonces? No lo parece. España sigue anclada en ese oscuro pasado en el que, tal como se dijo, “el caciquismo (hoy clientelismo) no es (solo) un vicio del Gobierno; es una enfermedad del Estado (y de la sociedad)” (Altamira, Buylla, Posada y Sela; “Observaciones” al informe de Costa sobre Oligarquía y caciquismo como la forma actual de Gobierno en España: urgencia y modo de cambiarla II, Guara, 1982, pp. 81-82).
Tampoco parece de recibo que se pretendan utilizar las instituciones de control del poder, pervirtiendo su naturaleza y función, como medio de hacer oposición política partidista por vías paralelas cuando no se dispone de la mayoría, ya sea para bloquear esta (vetocracia), o ya sea en prevención de que el poder se pueda perder a corto o medio plazo con la finalidad de hacer la vida política más incómoda al gobernante de turno. Esa estrategia política chusca con efectos instantáneos o diferidos (practicada por doquier), comporta empujar a las instituciones al barro político. Por consiguiente, a la destrucción de su legitimidad institucional y condenarlas al desprecio ciudadano.
España no tiene ni ha tenido tradición democrática liberal en la aplicación efectiva del principio de separación de poderes. Y esa cultura no se adquiere en pocos años ni siquiera en pocas décadas, sino que se asienta con el gradual, equilibrado y correcto ejercicio del poder en el marco de los límites de la política institucional. Incumplir procedimientos daña seria y profundamente la credibilidad e imagen institucional; pero ofrecer un constante espectáculo de “reparto de cromos” entre el cártel de los partidos (Katz) también afecta gravemente a la confianza ciudadana y erosiona la democracia.
El hecho evidente es que España, con las profundas raíces de un histórico caciquismo hoy día mutado en clientelismo voraz, representa en estos momentos el vivo paradigma de lo que se puede calificar sin ambages como un Estado clientelar de partidos. El manoseo institucional, más o menos grosero, ha formado parte de la política española desde los primeros pasos del Estado Liberal y se ha practicado con empeño creciente desde 1978 a nuestros días, momento en el que el deterioro institucional amenaza ruina. La clave diferencial radica en que antes, por lo común, los nombramientos recaían sobre personas de cierto prestigio académico o profesional, mientras que en los últimos tiempos se buscan perfiles vicarios, fieles o férreos guardianes de la política del partido que se traslada sin rubor a esos espacios institucionales como prolongación de la política partidista. Hablar en este contexto de separación de poderes y de confianza ciudadana en sus instituciones, es una mera ficción de burdos ilusionistas políticos, en los que ya pocos creen. Y no es buena noticia, precisamente. Tampoco para ellos.
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@rompedor Antes de que te lo diga @joscbf te lo digo yo, muy bien Rompe, pero te han faltado unas ilustraciones, el gato comunista, una ilustración de Montesquieu o panorámica de Portugal, por poner un ejemplo
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@alekgrana No soy el autor de ese artículo.
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@alekgrana dijo en Actualidad política en España:
@rompedor Antes de que te lo diga @joscbf te lo digo yo, muy bien Rompe, pero te han faltado unas ilustraciones, el gato comunista, una ilustración de Montesquieu o panorámica de Portugal, por poner un ejemplo
Y un meme
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@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@alekgrana No soy el autor de ese artículo.
Pues CULPABLE por pegar un tocho sin escribirlo de tu puño y letra!!!
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@fonseca-5 dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@alekgrana No soy el autor de ese artículo.
Pues CULPABLE por pegar un tocho sin escribirlo de tu puño y letra!!!
Para eso están las cartas abiertas.
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@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@fonseca-5 dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@alekgrana No soy el autor de ese artículo.
Pues CULPABLE por pegar un tocho sin escribirlo de tu puño y letra!!!
Para eso están las cartas abiertas.
Pues pon una carta abierta a Montesquieu.
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@fonseca-5 dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@fonseca-5 dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@alekgrana No soy el autor de ese artículo.
Pues CULPABLE por pegar un tocho sin escribirlo de tu puño y letra!!!
Para eso están las cartas abiertas.
Pues pon una carta abierta a Montesquieu.
Te la hago a tí:
Minicarta Abierta a Fonseca5
Querido forero, hemos pasado muchos años en este foro, dentro de poco cumpliré 10 años y es un placer tratar con nosotros. Sin embargo no entiendo cual es el problema de copiar y pegar todo el contenido integro precisamente para no dar una versión tendenciosa o sesgadas por mi parte. Si molesta leer mas lo siento pero creo que para evitar malas interpretaciones o que se me acuse que quiero llevar a la gente a mi terreno. No olvidemos que estamos en un mundo infotoxificado que requiere análisis y como pasaba con la Caverna de Platón, hace falta tiempo para asimilar la luz (de la sabiduría) para evitar tener ilusiones ópticas.
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@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@fonseca-5 dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@fonseca-5 dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@alekgrana No soy el autor de ese artículo.
Pues CULPABLE por pegar un tocho sin escribirlo de tu puño y letra!!!
Para eso están las cartas abiertas.
Pues pon una carta abierta a Montesquieu.
Te la hago a tí:
Minicarta Abierta a Fonseca5
Querido forero, hemos pasado muchos años en este foro, dentro de poco cumpliré 10 años y es un placer tratar con nosotros. Sin embargo no entiendo cual es el problema de copiar y pegar todo el contenido integro precisamente para no dar una versión tendenciosa o sesgadas por mi parte. Si molesta leer mas lo siento pero creo que para evitar malas interpretaciones o que se me acuse que quiero llevar a la gente a mi terreno. No olvidemos que estamos en un mundo infotoxificado que requiere análisis y como pasaba con la Caverna de Platón, hace falta tiempo para asimilar la luz (de la sabiduría) para evitar tener ilusiones ópticas.
Así que tienes nueve años..eso no me lo esperaba
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@rana-baileys dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@fonseca-5 dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@fonseca-5 dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@alekgrana No soy el autor de ese artículo.
Pues CULPABLE por pegar un tocho sin escribirlo de tu puño y letra!!!
Para eso están las cartas abiertas.
Pues pon una carta abierta a Montesquieu.
Te la hago a tí:
Minicarta Abierta a Fonseca5
Querido forero, hemos pasado muchos años en este foro, dentro de poco cumpliré 10 años y es un placer tratar con nosotros. Sin embargo no entiendo cual es el problema de copiar y pegar todo el contenido integro precisamente para no dar una versión tendenciosa o sesgadas por mi parte. Si molesta leer mas lo siento pero creo que para evitar malas interpretaciones o que se me acuse que quiero llevar a la gente a mi terreno. No olvidemos que estamos en un mundo infotoxificado que requiere análisis y como pasaba con la Caverna de Platón, hace falta tiempo para asimilar la luz (de la sabiduría) para evitar tener ilusiones ópticas.
Así que tienes nueve años..eso no me lo esperaba
En realidad multiplicado por un número
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@rompedor dijo en Actualidad política en España:
Sin embargo no entiendo cual es el problema de copiar y pegar todo el contenido integro precisamente para no dar una versión tendenciosa o sesgadas por mi parte. Si molesta leer mas lo siento pero creo que para evitar malas interpretaciones o que se me acuse que quiero llevar a la gente a mi terreno. No olvidemos que estamos en un mundo infotoxificado que requiere análisis y como pasaba con la Caverna de Platón, hace falta tiempo para asimilar la luz (de la sabiduría) para evitar tener ilusiones ópticas.
Precisamente porque vivimos en ese mundo los análisis vienen bien, y no tanto el copia-pega.
No es que moleste leer más, es que creo que lo ideal es dejar ambas cosas: el texto entero en su enlace y para el foro una selección o incluso mejor un comentario sobre el mismo. Sí, comentario personal e interpretativo tuyo, que eso irá por delante y por tanto nadie te acusará de nada porque estamos en un foro de opinión.
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@rompedor dijo en Actualidad política en España:
En realidad multiplicado por un número
Ah, pensaba que tu edad era el resultado de multiplicar letras.
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@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@rana-baileys dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@fonseca-5 dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@fonseca-5 dijo en Actualidad política en España:
@rompedor dijo en Actualidad política en España:
@alekgrana No soy el autor de ese artículo.
Pues CULPABLE por pegar un tocho sin escribirlo de tu puño y letra!!!
Para eso están las cartas abiertas.
Pues pon una carta abierta a Montesquieu.
Te la hago a tí:
Minicarta Abierta a Fonseca5
Querido forero, hemos pasado muchos años en este foro, dentro de poco cumpliré 10 años y es un placer tratar con nosotros. Sin embargo no entiendo cual es el problema de copiar y pegar todo el contenido integro precisamente para no dar una versión tendenciosa o sesgadas por mi parte. Si molesta leer mas lo siento pero creo que para evitar malas interpretaciones o que se me acuse que quiero llevar a la gente a mi terreno. No olvidemos que estamos en un mundo infotoxificado que requiere análisis y como pasaba con la Caverna de Platón, hace falta tiempo para asimilar la luz (de la sabiduría) para evitar tener ilusiones ópticas.
Así que tienes nueve años..eso no me lo esperaba
En realidad multiplicado por un número
Por cuatro me parece poco, por seis me parece mucho, así que lo dejamos en cinco que da un total de 45.
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@rana-baileys dijo en Actualidad política en España:
@gimnastico_1909 dijo en Actualidad política en España:
@rana-baileys dijo en Actualidad política en España:
Ya que ha salido el tema me permito hacer una breve disquisición sobre la izquierda y el aborto.
Podría parecer que retrotaerme a los tiempos de Maricastaña es poco útil o lejano y ajeno, pero no lo es.
No descubro América al decir que la Revolución de Octubre es la base referencial de lo que sería (y sigue siendo) la izquierda en el siglo siguiente.
En aquellos días remotos ya estaba pergeñado el diseño que poco después se iría definiendo.
Para un personaje esencial de entonces, Trotsky, la família era una institución burguesa que había que eliminar de la sociedad. Una herencia del zarismo y de siglos de opresión.
Con esa lógica, el aborto era un instrumento preciado para ese plan junto a otros que no vienen a cuento. De esta forma Rusia (aún ni existía formalmente la URSS) se convirtió en el primer país del mundo en la legalización del aborto que fue prácticamente barra libre. Y eso pasó porque Lenin tenía a Trotsky como un gran revolucionario. En su vida había clavado un clavo pero era un gran revolucionario.
Lenin murió y ahí empezó la auténtica lucha entre visiones contrapuestas de la sociedad y la propia revolución.
Como es bien sabido, el judío intelectual perdió ese match y lo largaron con viento fresco. Pero, cuál era esa cosmovisión? Básicamente y trufado de tendencias anarquistas, era disgregadora.
En una ucronía bastante previsible, de haber triunfado el trotskismo, Hitler hubiera llegado a Vladivostok sin despeinarse. El nazismo dueño de Eurasia se habría adueñado del planeta.
Pero vamos al tema. Frente al concepto de destradicionalizar la sociedad, la visión que se impuso fue la de retradicionalizar cosas como la propia familia. De esta forma, en los 30 se volvió a penalizar el aborto, salvo casos muy restrictivos. También es verdad que a quienes se saltaban esa norma recibían penas muy livianas.
La "filosofía" que sustentaba ello era que en la nueva sociedad socialista no debería haber razones para abortar, más allá de esos supuestos aludidos.
Trotsky, con su "gracia" congénita dijo al respecto que Stalin reunía la mente del sacerdote y la porra del gendarme.
Y en qué nos afecta este rollo? Pues fácil, Trotsky y el trotskismo son los "padres espirituales" de esta nueva izquierda indefinida. Puede que nunca lo reconozcan, pero así es.
La izquierda de la sectorialización actual bebe de las ideas disgregadoras del trotskismo. Aunque es posible que algunos de ellos difícilmente sepan ubicarlo en la historia.
Aquel hombrecillo engreído y creído de sí mismo tuvo un recorrido mucho mayor de lo que él pudo esperar en su exilio.
El mayo francés fue básicamente Trotsky, y la caterva de niñatos revolucionaurios de los 70, eran Trotsky. Conocí a muchos en esos años en la Universidad. Iban a cambiar el mundo diluyendo la sociedad, acabando con las normas. El desorden se abre paso y sólo conduce a más desorden y termina en caos total.
En resumen, la izquierda indefinida, que tiene un cacao mental considerable, es la digna heredera de los delirios del don León.
No fue como algunos piensan la pugna interna del PCUS una cuestión de nombres y egos. La cosa era muy profunda.
Y bueno, llegado a este punto, perdón por la extensión. No sigo desarrollando el tema para no aburrir. Si acaso se podrían puntualizar cosas.+1
Muchas gracias por esta documentada exposición sobre el aborto en el régimen soviético.
Tu sabes más que yo de esto, por eso te pregunto mis dudas sobre algunas de las afirmaciones que haces a propósito de Trotski (que por cierto, era ucraniano de Jersón y judío, como Zelensky...), que murió por exceso de hierro cerebral.
Planteas que el pensamiento de Trotsky guardaba muchas semejanzas con el anarquismo de Bakunin, frente a la mayor fidelidad (entiendo yo) de Stalin por el marxismo-leninismo clásico. Yo tenía entendido que mientras Trotsky era internacionalista y revolucionario, Stalin se inclinaba más por la dictadura y el nacionalismo soviético. Por otra parte, más allá de la afinidad por el movimiento internacionalista. Trotsky era tan favorable al dominio del estado por el partido único como el propio Lenin, y por lo que he leído, combatió ferozmente, tanto en su ideología como militarmente a los anarquistas rusos del Ejército negro ucraniano de Nestor Makhno (ejecutó a muchos y envió agentes a matar al propio líder anarquista). No parece que su afinidad con el anarquismo fuese muy profunda, o eso parece.Por lo demás, el movimiento posmodernista de "mayo del 68" creo que le debe tanto al liberalismo burgués radical como al anarquismo.
Gracias por adelantado y un abrazo.
Quizá no me expresé del todo bien. Trotsky desde luego no era anarquista y como bien dices los combatió en aquellos años que tuvo mando en plaza.
Lo que tuvo fueron claras desviaciones ideológicas que en algunos aspectos se asemejaban con principios del anarquismo ruso. El "remover" a la familia como institución es pseudoanarquismo, pero no marxismo. Como dije antes, socavar la sociedad de ese pilar básico sólo puede conducir al caos.
Para Marx la "prole" era en definitiva un motivo fundamental y un acicate para cambiar la sociedad.
Si eso desaparece o se diluye, nos podemos olvidar de construir una estructura social que se vaya consolidando en nuevo orden. En todo caso en un nuevo desorden.
Lo que ocurre es que los anarquistas confesos como grupos organizados eran un nítido rival de los soviets. O los neutralizas o te vas al carrer. No hay que olvidar que lo que hubo hasta 1922 fue una guerra civil, con bandos muy diversos, no tan simplones como a veces nos la presenta cierta historia. Lo de rusos rojos contra rusos blancos es cierto, pero no es toda la verdad.
Sobre el término marxista de la "dictadura del proletariado" creo que algo comentamos en otro post. A mediados del siglo XIX no existían las dictaduras tal como las conocemos. Esto es un fenómeno que nació en el siglo siguiente. Por tanto Marx no podía aludir a algo que no existía. Lo suyo era alusivo al concepto de dictadura de la antigua Roma, no asimilable en muchos aspectos con lo que vendría décadas después.
Acerca de los objetivos del trotskismo inicial eran en efecto, de carácter más internacionalista, que como teoría podría estar bien, pero que en la práctica era un suicidio a corto plazo. Lo fundamental era la construcción del socialismo soviético, en un entorno histórico de aislamiento y un rearme belicista que amenazaba a la vuelta de la esquina.
Pero a Trotsky no le pidas análisis geopolíticos. Quizá su cortedad de vista (literal) le impedía ver lo que los tiempos requerían.
Y voy acabando con la misma idea: la izquierda indefinida es hija del trotskismo. Sectorialización, individualismo, disolución de instituciones, etc.
Esto último, que en definitiva es lo que más nos atañe, permitiría un debate. A lo que en definitiva venía el rollo retrospectivo era para explicar los orígenes y que en la historia nada surge de la nada, ni ocurre por casualidad.
Gracias por tus palabras y otro abrazo.PD. Me ha hecho mucha gracia lo del "exceso de hierro cerebral"
Y quien se lo suministró fue un español.Muchísimas gracias por dejarnos algunas pinceladas de tu conocimiento del tema. Yo siempre había creído que el marxismo anteponía la sociedad (o más exactamente la clase proletaria) como un todo absoluto económico y político al que debían supeditarse todas las otras instituciones o estructuras sociales. Más aún, que veía con desconfianza la familia porque sus afectos podían hacer olvidar a los obreros la solidaridad con su clase.
Otra vez gracias y un abrazo.
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@alekgrana dijo en Actualidad política en España:
@rompedor Antes de que te lo diga @joscbf te lo digo yo, muy bien Rompe, pero te han faltado unas ilustraciones, el gato comunista, una ilustración de Montesquieu o panorámica de Portugal, por poner un ejemplo
Maedeu, si es que eso da para trilogía. Ni poniéndole memes o gatos comunistas, yo me espero a que salga en Nesflis. Leerte todo eso tiene que convalidar alguna asignatura universitaria o algo.
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@gimnastico_1909 son ámbitos distintos. La clase obrera, sus intereses y objetivos son la referencia básica de la actuación política (siempre hablando en el plano teórico). Pero en absoluto se trata de un ente abstracto. Muy al contrario es muy concreto y apegado a la realidad.
Y por supuesto que la familia, el hogar, eran cuestiones importantes. Haría una similitud con la piedra y el muro, pero no ando muy inspirado.
De hecho en las campañas anti alcohólicas que se hacían (un problema perenne en Rusia) se hacía más hincapié en el daño al nucleo familiar que a otras cosas más genéricas como el trabajo, el partido y todo eso.
Tenemos por desgracia un larguísimo recorrido negrolegendario en que el partido hurtaba a los padres la educación y custodia de los hijos..y encima nevaba y los pobreticos sin ropa.
Un relato nunca se impone si no hay una adecuada conjunción de perseverancia y épica. Y llegado a un punto deja de ser necesario por la asunción (consciente o no) de la masa a quien va destinado. Y la verdad es que esa épica perversa deja paso a algo más anodino e incluso aburrido.
Queda menos romántico y se vende a duras penas, pero es lo que hay.
Si a un niño le contamos cuentos de ogros o de duendes, mantendrá su atención. Si lo haces de personas que se levantan para ir a trabajar, adiós épica y adiós atención.
Bueno, y adiós a todos que el cupo rollero de hoy está más que superado
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Llevaba tiempo sin pasar por aquí (bueno, y poco por el foro, las obligaciones de macho alfa no me han permitido ni ver los últimos dos partidos) y la verdad que da gusto leeros en general y que pese a las discrepancias en temas muy pasionales, se mantenga el tono cordial y los ataques personales sean de baja intensidad (demasiado baja para mi gusto ).
Tampoco os he leído todo, pa qué mentir, que tenéis un rollo que tira patrás y para cuatro días que quedan antes del Armageddon, prefiero dedicarlos a cosas mundanas machoalfistas, pero mis dieses (sobre todo a los premiados con medalla).
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@alekgrana dijo en Actualidad política en España:
@rompedor Antes de que te lo diga @joscbf te lo digo yo, muy bien Rompe, pero te han faltado unas ilustraciones, el gato comunista, una ilustración de Montesquieu o panorámica de Portugal, por poner un ejemplo
Totalmente de acuerdo, bro
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@rompedor dijo en Actualidad política en España:
CRISIS INSTITUCIONAL Y SEPARACION DE PODERES EN UN ESTADO “CLIENTELAR” DE PARTIDOS
oregano comido (1)
(Foto cedida por Fernando Escorza Muñoz, reservados los derechos de reproducción)“El poder del político para designar al personal de los organismos públicos, si se emplea de una manera implacable, bastará a menudo por sí mismo para corromper dicha función supervisora”
(Schumpeter, Capitalismo, Socialismo y democracia, vol. II, Página Indómita, 2015)
Degradación institucional y papel de los partidos
El deterioro institucional de las instituciones en España viene de lejos, aunque se haya agudizado recientemente por la confluencia, principalmente, de dos elementos: en primer lugar, la polarización política extrema que, rotos los escasos puentes existentes, ha conducido a insensatas políticas de bloqueo o de manifiesta incapacidad negociadora, pero también a una concepción cada vez más acentuada de que las instituciones son “un cortijo” propiedad del Gobierno de turno y del partido mayoritario de la oposición; y, en segundo lugar, paradójicamente, el cada vez más bajo sentido institucional de representantes, gobernantes y cargos institucionales, que extraídos, por lo común, de menguantes nóminas de militantes y de fieles, dependientes o “independientes”, de los partidos en liza, ha contribuido a que esas instituciones se desangren y pierdan altas dosis de credibilidad ciudadana.
Cuanto menos militancia y predicamento en la sociedad civil tienen los partidos, más cerrados y oligárquicos se están volviendo. Alejados cada vez más de la sociedad (Piero Ignazi, Partido y democracia, 2021), su continuidad existencial depende en última instancia de seguir viviendo enchufados a los presupuestos públicos y de disponer de un abanico de poltronas (representativas, institucionales o de cargos directivos en la administración y en su sector público) para repartir presupuesto entre los suyos y sus allegados. Ese parece ser el pegamento ideológico que da cohesión hoy en día a unos partidos que, como reconoció Peter Mair (Gobernando el vacío, 2015), viven adosados al Estado, y hacen del populismo y la demagogia sus señas actuales de identidad. Que nadie se sorprenda, por tanto, si la ciudadanía les vuelve la espalda y la antipolítica crece.
El intento de control de las instituciones por los partidos es una tendencia general, pero en España adquiere tintes descarados. Tampoco es de ahora, aunque ahora se advierta más, o muestre su rostro más feo. En este país, los problemas anudados a tal patología institucional se multiplican también por dos tipos de circunstancias: por un lado, en términos cuantitativos la ocupación partidista de las instituciones y administraciones públicas adquiere unas dimensiones estratosféricas, que son desconocidas en las democracias avanzadas de nuestro entorno; y, por otro, debido a nuestro pesado legado histórico y al secular desprecio por el papel las instituciones, la cultura institucional está en caída libre. El sentido institucional brilla por su ausencia. Apenas cotiza.
El principio de separación de poderes entre legitimidad democrática, corporativismo e imparcialidad
La carencia de cultura institucional implica que prácticamente por ningún líder ni fuerza política se advierta que el constitucionalismo es, en esencia, un límite al ejercicio del poder, y de que una pieza esencial del funcionamiento institucional de un sistema de separación de poderes radica en diseñar y aplicar de forma adecuada mecanismos efectivos de pesos y contrapesos como frenos del poder, pues tales límites o restricciones son –según reconoce Fukuyama- “una especie de póliza de seguros” del Estado Constitucional (El liberalismo y sus desencantados, 2022), que le diferencia de las autocracias, donde los límites institucionales al poder apenas existen.
Bien es cierto que la separación de poderes convive necesariamente con la legitimidad democrática. Sin embargo, fue antes el huevo que la gallina. Suman, no restan. La arquitectura institucional de pesos y contrapesos nació ante que el Estado democrático, como un diseño institucional encaminado a limitar el poder despótico. El fundamento exclusivo en la legitimidad democrática de los nombramiento de cargos o de personal directivo, sin enmarcarlo adecuadamente en la estructura institucional en la que opera, conduce inevitablemente a la politización de las instituciones y de su propio funcionamiento, supone la quiebra la continuidad institucional (siempre vicaria de la contingencia del poder político de turno) y traspasa el campo de batalla de la lucha política descarnada, tal como estamos viendo a menudo, a las instituciones de control, reguladoras o a la alta Administración. Todo se resume en el nocivo dilema de “si es uno de los nuestros”.
En un contexto de alta polarización, la incidencia de la política sobre las instituciones puede ser letal. Efectivamente, los poderes y su pretendida división y control se difuminan en el juego de mayorías/minorías o en el enfrentamiento de bloques, reduciendo la vida institucional a una prolongación de la dicotomía schmittiana entre “amigo/enemigo” político. O dicho de otro modo, quien gana las elecciones se lleva todo (especialmente en aquellas instituciones que se renuevan al ritmo o en los plazos de cada mandato político), pero la legitimidad del sistema sangra sin parar. Así, sin contrapesos efectivos, la fuerza del poder (sea este de derechas o izquierdas), se transforma fácilmente, como describió magistralmente Montesquieu (siempre tan citado y pocas veces leído o comprendido), así como por el oráculo de Ciencia Política que fue El Federalista, en abuso flagrante, despotismo benigno (Tocqueville) o, inclusive, en pura tiranía. Donde no hay frenos institucionales, el poder tiende al abuso. Está en la naturaleza de las cosas.
Pero conviene advertir de inmediato que tampoco la separación de poderes se salvaguarda, ni muchísimo menos ahogándola en el corporativismo. El péndulo español de nuestra historia político-constitucional nos ha dado un largo período de liberalismo aparente o formal, junto a varias décadas de predominio corporativo. Somos hijos de ese perverso enfoque bipolar: politización/corporativismo. El saldo, es un fracaso rotundo del país en términos de estabilidad constitucional y gubernamental o administrativa. Por tanto, la despolitización de las instituciones no se garantiza con un mayor peso del corporativismo hasta el punto de hacerlo dominante (sea en el gobierno del Poder Judicial, sea en la alta Administración Pública o sea en cualesquiera otras instituciones permeables a tal patología), sino que se asienta en un justo equilibrio entre legitimidad democrática y articulación efectiva de un sistema de contrapesos, que comporte no solo dotar de garantía orgánica de independencia o autonomía funcional a las estructuras institucionales, sino también proveerlas de perfiles personales en su composición que salvaguarden y hagan efectivos los principios de profesionalidad, imparcialidad e integridad en el desarrollo de sus atribuciones y en el funcionamiento de las instituciones como órganos de control, reguladores, de gobierno o de dirección pública. Todo ello adaptado al tipo y sentido de cada institución.
En efecto, no es lo mismo proveer de nombramientos para el Tribunal Constitucional, el CGPJ, la CNMC u otras autoridades independientes o para la alta Administración Pública; pues el rol institucional de cada órgano en el esquema de división de poderes y de control del poder es muy distinto, por lo que el peso de la discrecionalidad política (asentada en el principio de legitimidad democrática) juega en el marco de los contrapesos de la limitación del poder y, por tanto, debería ser decreciente conforme el papel de las instituciones fuera, por ejemplo, predominantemente de control y regulador, donde esas garantías deberían ser máximas; o consistiera en funciones de Gobierno de un poder del Estado (como es el Consejo General del Poder Judicial), donde esas garantías deberían ser también muy reforzadas con la finalidad de evitar la politización de la justicia, su dependencia del poder político y, por consiguiente, la puesta en duda de su actuación imparcial, atributo sobre el que se asienta la confianza ciudadana en ese poder del Estado; o, en fin, en la provisión de cargos directivos en la alta Administración, donde tales garantías deben estar presentes también, pudiendo estar combinadas (si bien no necesariamente) con un razonable margen de discrecionalidad, que solo debería desplegarse una vez acreditados tales perfiles profesionales (competencias) ante una autoridad independiente de nombramientos (como es el caso de la CRESAP, en Portugal) por quienes aspiran a esos niveles de responsabilidad. En España estamos a años luz de tales experiencias y algunos intentos (salvo en el mundo de la cultura) se han saldado con estrepitosos fracasos por el pésimo diseño procedimental y el manoseo político indecente (RTVE). Si el mérito no funciona y la designación pura política se impone, la captura de las instituciones por los partidos es un hecho inevitable, salvo que se rescate del baúl de la historia el mecanismo de elección por sorteo (Bernard Manin).
España como paradigma de un Estado clientelar de partidos
Lo cierto es que difícilmente puede actuar como contrapeso del poder (y, por tanto, de forma imparcial, profesional e íntegra) quien es amigo del Gobierno o de los partidos que le han promovido y que en no pocos casos ha sido colocado en las instituciones de control para actuar como correa de transmisión del partido que le propuso. Como expuso Pierre Rosanvallon en el que es probablemente el mejor libro para comprender el papel de los órganos de control en un sistema constitucional (La legitimidad democrática, 2010), “la imparcialidad es una cualidad y no un estatus”. Sin instituciones de control independientes e imparciales, pero sobre todo sin personas que las compongan que actúen bajo las premisas de la profesionalidad, imparcialidad, reflexividad e integridad, el sistema constitucional se aproximará cada vez más a una oligarquía constitucional; un régimen que echó raíces profundas en España y que denunció Joaquín Costa hace más de 120 años. ¿Ha cambiado algo desde entonces? No lo parece. España sigue anclada en ese oscuro pasado en el que, tal como se dijo, “el caciquismo (hoy clientelismo) no es (solo) un vicio del Gobierno; es una enfermedad del Estado (y de la sociedad)” (Altamira, Buylla, Posada y Sela; “Observaciones” al informe de Costa sobre Oligarquía y caciquismo como la forma actual de Gobierno en España: urgencia y modo de cambiarla II, Guara, 1982, pp. 81-82).
Tampoco parece de recibo que se pretendan utilizar las instituciones de control del poder, pervirtiendo su naturaleza y función, como medio de hacer oposición política partidista por vías paralelas cuando no se dispone de la mayoría, ya sea para bloquear esta (vetocracia), o ya sea en prevención de que el poder se pueda perder a corto o medio plazo con la finalidad de hacer la vida política más incómoda al gobernante de turno. Esa estrategia política chusca con efectos instantáneos o diferidos (practicada por doquier), comporta empujar a las instituciones al barro político. Por consiguiente, a la destrucción de su legitimidad institucional y condenarlas al desprecio ciudadano.
España no tiene ni ha tenido tradición democrática liberal en la aplicación efectiva del principio de separación de poderes. Y esa cultura no se adquiere en pocos años ni siquiera en pocas décadas, sino que se asienta con el gradual, equilibrado y correcto ejercicio del poder en el marco de los límites de la política institucional. Incumplir procedimientos daña seria y profundamente la credibilidad e imagen institucional; pero ofrecer un constante espectáculo de “reparto de cromos” entre el cártel de los partidos (Katz) también afecta gravemente a la confianza ciudadana y erosiona la democracia.
El hecho evidente es que España, con las profundas raíces de un histórico caciquismo hoy día mutado en clientelismo voraz, representa en estos momentos el vivo paradigma de lo que se puede calificar sin ambages como un Estado clientelar de partidos. El manoseo institucional, más o menos grosero, ha formado parte de la política española desde los primeros pasos del Estado Liberal y se ha practicado con empeño creciente desde 1978 a nuestros días, momento en el que el deterioro institucional amenaza ruina. La clave diferencial radica en que antes, por lo común, los nombramientos recaían sobre personas de cierto prestigio académico o profesional, mientras que en los últimos tiempos se buscan perfiles vicarios, fieles o férreos guardianes de la política del partido que se traslada sin rubor a esos espacios institucionales como prolongación de la política partidista. Hablar en este contexto de separación de poderes y de confianza ciudadana en sus instituciones, es una mera ficción de burdos ilusionistas políticos, en los que ya pocos creen. Y no es buena noticia, precisamente. Tampoco para ellos.
Bromas aparte, el artículo está muy bien, rompe, muchas gracias.
Ahora, que el autor descubra a estas alturas que España es una partitocracia... aquí pasamos del turnismo caciquil a la partitocracia directamente, tras pasar por la casilla de "vaya a una dictadura" un par de veces.
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@rana-baileys dijo en Actualidad política en España:
@gimnastico_1909 son ámbitos distintos. La clase obrera, sus intereses y objetivos son la referencia básica de la actuación política (siempre hablando en el plano teórico). Pero en absoluto se trata de un ente abstracto. Muy al contrario es muy concreto y apegado a la realidad.
Y por supuesto que la familia, el hogar, eran cuestiones importantes. Haría una similitud con la piedra y el muro, pero no ando muy inspirado.
De hecho en las campañas anti alcohólicas que se hacían (un problema perenne en Rusia) se hacía más hincapié en el daño al nucleo familiar que a otras cosas más genéricas como el trabajo, el partido y todo eso.
Tenemos por desgracia un larguísimo recorrido negrolegendario en que el partido hurtaba a los padres la educación y custodia de los hijos..y encima nevaba y los pobreticos sin ropa.
Un relato nunca se impone si no hay una adecuada conjunción de perseverancia y épica. Y llegado a un punto deja de ser necesario por la asunción (consciente o no) de la masa a quien va destinado. Y la verdad es que esa épica perversa deja paso a algo más anodino e incluso aburrido.
Queda menos romántico y se vende a duras penas, pero es lo que hay.
Si a un niño le contamos cuentos de ogros o de duendes, mantendrá su atención. Si lo haces de personas que se levantan para ir a trabajar, adiós épica y adiós atención.
Bueno, y adiós a todos que el cupo rollero de hoy está más que superadoGracias por la aclaración. Por cierto, que el hecho de que el gobierno soviético hiciese hincapié en que el alcoholismo destrozaba el hogar, y la semejanza con las sufraguistas cristianas que pedían la ley seca para evitar que los maridos ejerciesen la vagancia y la violencia doméstica no demuestran otra cosa sino que hay cosas que son verdad objetiva, las diga Agamenón o su porquero.
Y va la primera discrepancia contigo en este tema: el partido no hurtaría a los padres la custodia de los niños, pero la educación... hombreeeee, un poquito poquitirrinín yo diría que sí
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@gimnastico_1909 no entiendo ni el inglés ni el ruso
A ver, y esto ya nos toca más de cerca. No especialmente diferente ni más "intensa" de lo que un niño de aquí podría experimentar en un colegio del Opus, por poner un ejemplo sin pizca de malicia.Hay quien aboga por enseñanzas desideologizadas, que dicho así queda muy bien, pero que realmente no existe. No ha existido nunca ni creo que algún día lo haga. Es más, espero que no.
Hoy mismo he oído el cachito de un debate en el que uno de NNGG decía que lo que España necesita es "un gestor de derechas sin ideología".
Mare de Déu, este chaval piensa antes de hablar o habla después de pensar?
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@rana-baileys dijo en Actualidad política en España:
este chaval piensa antes de hablar o habla después de pensar?
Yo creo que es lo mismo...
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@gimnastico_1909 dijo en Actualidad política en España:
@rana-baileys dijo en Actualidad política en España:
este chaval piensa antes de hablar o habla después de pensar?
Yo creo que es lo mismo...
Bueno, lo ponía como una de las tantas rajoyadas que han pasado a la historia
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Bueno bueno, me imagino que os ha gustado el ultimo aporte, como he visto aunque me tiráis en cara que si no resumo que si mi edad.
No obstante me gustaría hacer una llamada a la reflexión. Creo que estamos y vamos seguir pasando mal la gente en general, han aumentado mucho la desigualdades sociales, todo desde las crisis de 2008 y 2012 que han motivaron una reforma laboral que solo ha servido para precarizar mas el empleo (habría que redefinir que es un puesto de trabajo) y que se va a agravar mas por las consecuencias del COVID y la guerra de Rusia y Ucrania. Tenemos dos bloques políticos que van a centrarse en guerras fiscales y dialécticas sin entrar en el fondo de graves problemas estructurales que vivimos. Además de unos políticos con un talante mediocre nos encontramos con una sociedad anestesiada creyendo que no hay cosas que mejorar, que vivimos bien, que no hay ignorancia ni analfabetismo, una sociedad que está condenada al desastre por no defender lo suyo ni evolucionar a una verdadera vanguardia.
Nos enfrentamos a muchos retos, una precariedad que irá a mas, destruyendo la poca clase media que había y luego nos preguntaremos qué ha pasado, y es que hace tiempo que hay gente que no vive bien, que no levanta cabeza y que te insulten pero no te digan que eres pobre.