Lo normal es que el director deportivo, que no solo está para fichar y desfichar, se hubiese reunido con Calero hace unas semanas, porque del Levante que en la primera parte le hizo al Barça un hijo de madera al que lleva dos meses dando auténtica pena donde va, lo que hay es una involución.
Eso lo vemos nosotros y lo ha visto antes cualquiera que sea profesional del futbol. El rollo de qué mala suerte que la pelotita no entró para los legos. Rodas tenía que haberle señalado lo que hay a Calero y preguntar qué piensa hacer para cambiar la dinámica. Y darse un plazo
A estas alturas no parece que Calero (me da pena llamarle Cagalero, pero es que lo merece) sepa qué hacer. Se le ha atragantado el ascenso de categoría, y su tragedia me da pena, pero más aún que nos vayamos a segunda como ovejas al matadero, sin balar siquiera.
La experiencia es sobrada, en nuestro club y en otros: cuando la cosa no va, cada semana prolongada es una semana perdida. Se compara a Calero con Muñiz, pero con Muñiz si no me equivoco, no llegamos a estar en descenso, aunque era evidente que la marcha era hacia él. Los números de Calero son absolutamente lamentables: 1 punto de los últimos quince en juego y uno de los dieciocho disputados en casa. Un desastre. Y el equipo cada vez más agarrotado, más aculado y más acojonado.
El dinero gastado en cambiar un entrenador cuando el que hay no nos va a dar el objetivo es dinero invertido en el futuro. Lo tenemos muy presente. De haber cambiado a PacoLo el verano anterior (bueno, y no haber traído al indocumentado de Pereira), se hubiesen ahorrado muchos disgustos.
Espero, y creo sinceramente, que Danvila es más realista en ese aspecto que el cacique.