@gimnastico_1909 dijo en Post para meditar:
El hombre contemporáneo, aunque no sea consciente de ello, vive inmerso en la filosofía de la autonomía del individuo (o autonomía del yo, o de la voluntad, o de la conciencia), de origen liberal. Bajo la premisa de la infalibilidad del criterio propio, se postula que, de las enseñanzas ajenas, uno solo toma aquello que le conviene, le convence o le interesa. Más frecuentemente, en realidad, lo que le apetece. En pocas palabras, que cada uno se crea su moral a medida.
Eso hace que haya un rechazo innato a las filosofías morales que propugnan reglas objetivas porque provienen de Dios por revelación, en nuestro medio sobre todo las de origen cristiano. No es algo nuevo.
De las lecturas del domingo pasado podemos extraer esta de la carta a los Hebreos de san Pablo, en la que reflexiona acerca de un aspecto desgradable de tratar, incluso para los predicadores: cuando Dios reprende a los desobedientes. En resumen, que la reprensión, e incluso el castigo, no es sino por amor, y para que el hombre falible enderece su camino al bien.
"Hermanos:
Habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron: «Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, ni te desanimes por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos». Soportáis la prueba para vuestra corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues ¿qué padre no corrige a sus hijos?
Ninguna corrección resulta agradable, en el momento, sino que duele; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella.
Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, no se retuerce, sino que se cura".
Interesante reflexión la tuya. A ver si en otro momento, no ahora con este calorazo y un partido en breve, lo podemos comentar.