Yo también le dije a mi padre y a mi tío que eso iba a ser gol porque Rubén le iba a pegar con toda su alma. Creo que todavía tenía clavada la espina de lo que falló contra el Málaga y quería quitársela, y qué mejor momento. Y yo sí estaba convencido de que iba a ser gol, por Rubén, por tapar la boca a los que ya iban a decir que el liderato nos había durado 3 días, por los 12.000 que fuimos ayer, por el equipo, por los que ya no están, por tantas y tantas cosas estaba completamente convencido de que esa falta acababa en gol, que cuando el balón entró sólo confirmó lo que yo esperaba. Éso sí, el grito, los botes y abrazos que di no los controlé