Hoy más porquería aún. Y además sin enterarse de nada porque cuenta lo que le dicen y no la realidad. Los futuros propietarios se reunieron con Cristóbal Grau en noviembre y hubo acuerdos incluso. Si no han planteado nada al Ayuntamiento aún es por la espera al dictamen del juez de la concursal. Tampoco los administradores han hecho ninguna mención a la posibilidad de demandar a Villarroel por el millón de euritos (que no es uno: es bastante más). En ningún informe oficial se expresa como dice Bort.
¿Cuándo va a construir Paco Roig el nuevo estadio después de comprar el Levante? Que me lo responda Bort, por favor.
Por cierto, ya que alardean tanto de grandes periodistas y que conocen su herramiento de trabajo, la lengua, que me expliquen qué significa "prestador", porque yo creía que se decía a ese concepto "prestamista".
Entre las "concomitancias históricas" de Aleixandre y el "prestador" de Bort, se están cubriendo de gloria periodística. Por no hablar del estilo farragoso y que me expliquen cómo se mete un proyecto inmobiliario bajo el brazo. Eso era el pan: los proyectos se llevan en la cartera. Y lo de "directamente condicionado": si algo está condicionado, sobran los adverbios a su lado: "condicionado a…". Y así encontramos muchas.
A párvulos.
J. M. Bort, Valencia
Veintiún días después de presentarse en sociedad, los nuevos propietarios del Levante UD siguen siendo unos desconocidos ante el Ayuntamiento de Valencia, la institución de la que depende el club para evitar la quiebra. Ningún miembro del consistorio ha recibido llamada alguna por parte del grupo comprador para una primera toma de contacto, lo que significa un auténtico contrasentido para un grupo que aterrizó en Valencia, el pasado 30 de diciembre, con un proyecto inmobiliario bajo el brazo directamente condicionado a la recalificación del solar del estadio Ciutat de València.
El desinterés que transmiten los máximos accionistas es recibido en el ayuntamiento con sorpresa, teniendo en cuenta que los propietarios necesitan el consenso con el gobierno municipal para desarrollar el plan de viabilidad que ha de dar salida a la grave crisis financiera del Levante UD. El informe elaborado por los tres administradores concursales lo deja bien claro: con más pasivos que activos, la salvación de la entidad pasa por la venta de la parcela de Orriols. El segundo paso sería la búsqueda de un terreno para la construcción de un nuevo campo, un propósito que centró gran parte de la atención durante la presentación del equipo comprador.
"Como proyecto deportivo únicamente no queremos el Levante UD. Hemos tenido que meterlo con calzador dentro del asunto inmobiliario, porque aquí no se puede venir a especular, sí a ganar dinero", aseguró el representante del grupo inversor, José Antonio López Lara el pasado 30 de diciembre. El representante no dejó ninguna duda sobre el objetivo de los propietarios de presentar rápidamente al ayuntamiento sus planes urbanísticos. Incluso, López Lara aseguró que ya habían tenido contactos con la corporación municipal.
4,2 millones de deuda
El Ayuntamiento de Valencia es uno de los acreedores del Levante UD, con 4,2 millones de euros pendientes de cobrar por presentarse como avalista al préstamo que solicitó el club a Ruralcaja el pasado año. Este capital no será pagado hasta que se alcance el convenio entre todos los demandantes. Será en esa junta cuando todos los fiadores deban alcanzar un acuerdo sobre cuánto están dispuestos a rebajar y en qué plazos aceptan cobrar, con la consiguiente negociación con el club. De momento, el Levante UD está obligado a pagar 55.000 de los 285.000 euros que le debe al ayuntamiento por los intereses de demora, puesto que corresponde a la parte de créditos privilegiados. El resto, 4.173.000 euros, será renegociado y pagado durante los próximos cinco años. En calidad de prestador, Ruralcaja envió a principios de este mes un escrito al ayuntamiento solicitando el pago del préstamo por avalar al Levante UD, un crédito que fue destinado, en gran parte, al pago de salarios del club. El resto, cerca de un millón de euros, fue a parar a manos de Pedro Villarroel en concepto de devolución de un dinero adelantado. Ese es uno de los motivos por los que los administradores concursales presentarán una demanda contra el ex dirigente.